Desde el oficialismo, se debate qué actividad deberá tener el Congreso para lo que resta del año. Su prioridad es evitar que se convierta en un elemento de tensión que genere incertidumbre económica y política
El debate en el Congreso por el Presupuesto 2020 comenzará, de mínima, una vez que pasen las elecciones de octubre. Esto es, cuando los argentinos sepan quién será su próximo presidente y la nueva conformación de ambas cámaras. Desde el Frente de Todos van un paso más allá y auguran que, en caso de un triunfo de la fórmula Fernández-Fernández, directamente, el debate se pospondrá hasta que asuman los nuevos miembros del Poder Legislativo, para lo cual, sería necesario convocar a sesiones extraordinarias. En cualquiera de los dos casos, el debate por la Ley de leyes quedará eximido de discursos y chicanas proselitistas, para no causar más sobresaltos en la economía.
En un año en el que el Congreso se mantiene prácticamente paralizado, todas las fichas en torno a una última sesión están puestas en el debate del Presupuesto 2020. De todas a maneras, a esta altura, tanto desde el Frente de Todos como desde Juntos por el Cambio dan por descontado que, en el recinto, la Ley de leyes comenzará a debatirse recién una vez que pasen las elecciones de octubre, cuando finalmente se sepa quién será el próximo presidente de la Argentina y cómo quedarán conformadas ambas cámaras, con sus respectivas autoridades.
De esta manera, se evitaría que el debate por el Presupuesto quede atravesado por la campaña electoral. Así como también, ayudaría a evitar más sobresaltos en la economía, en un contexto en el que los mercados se muestran susceptibles ante cualquier pronunciamiento, ya sea del oficialismo como de la oposición.
Así las cosas, al ser consultados por este medio sobre el Presupuesto 2020, diputados del oficialismo reconocieron que aún es muy prematuro para hablar del tema. En este sentido, no solo aludieron a los vaivenes económicos ocurridos tras los resultados de las PASO, y el paquete de medidas que se impulsó como respuesta, que dejaron obsoletas las variables económicas que se barajaban de cara al año que viene. Sino que admitieron que ni siquiera hay un cronograma tentativo para avanzar con esta ley, que deberá presentarse en el Congreso antes del 15 de septiembre.
Una opción que diputados del oficialismo admiten haber “escuchado”, pero que por el momento descartan, es que el proyecto se aborde en sesiones extraordinarias. De todas maneras, en el interbloque oficialista no hay certezas en cuanto a la actividad parlamentaria para lo que resta del año, durante la reunión que mantuvo esta tarde el interbloque Cambiemos, se debatió “qué actividad deberá tener el Congreso en los meses que restan”.
Si bien en el encuentro no hubo definiciones al respecto, Cambiemos espera a encontrar el “momento oportuno” para poner en marcha el Congreso. Esto significa que haya “pleno acuerdo” entre el oficialismo y buena parte de la oposición respecto de las leyes a tratar, y así evitar que el Palacio se convierta en “un elemento de tensión que genere incertidumbre económica y política”. Es que, si hay algo a lo que aspira hoy el oficialismo es a mantener la gobernabilidad y la “paz cambiaria”.
Desde el Frente de Todos, que ya vislumbra un triunfo incluso mayor al que obtuvo en las PASO, dan por hecho que el presupuesto se tratará en sesiones extraordinarias. Consideran que lo más razonable es que esta ley, que condicionará la gestión del próximo jefe de Estado, debe ser tratada por el nuevo Congreso, y sus respectivas autoridades.
Leyes refundacionales
Un diputado del FPV, que augura un triunfo del Frente de Todos en octubre aún superior al registrado en las PASO, dio por descontado que el Presupuesto 2020 se tratará en el Congreso recién en diciembre o enero. Y no durante el período de sesiones ordinarias, más allá de que el oficialismo tiene tiempo hasta el 15 de septiembre para presentarlo.
Ese mismo diputado aventuró que, además del Presupuesto, durante ese supuesto período extraordinario, el Congreso también tratará una serie de leyes “refundacionales” que impulsará el propio Alberto Fernández una vez que asuma, aunque no dio detalles sobre sus contenidos.
Además, aseguró que el 2020 será un año con mucha actividad Parlamentaria, en el que uno de los ejes será la renegociación del acuerdo con el FMI.